dilluns, 26 de desembre del 2011

Fin de año.

Todo el mundo sabe que los pájaros son animales libres. Libres de obligaciones y de preocupaciones terrestres. Vuelan arriba y arriba, sin cesar, y llegan muy lejos. Conocen mundos para nosotros inalcanzables, y viajan hacia el país de los sueños - hecho de nubes de algodón y lunas rotas. Comen para vivir, atados a la naturaleza, solo abren el pico para hacer aquello que les sea imprescindible para poder surcar el cielo un día más. Pero estos seres tienen asimismo una propiedad que los constituye como inhumanos, y es que carecen de la capacidad de sonreír.

Las personas los admiramos, pasamos horas boquiabiertos observando sus giros en el horizonte, deseando ser como ellos - libres, de compromiso, de dolor. Aún así, minusvaloramos lo que nos rodea, olvidando que podemos (y debemos) sonreír; porque podemos (y debemos) sentir. Vemos al fénix, pero no avistamos al sol que hace que sus plumas brillen y nos hagan pensar que el pobre animal es feliz, que es libre. Podríamos defender que los pájaros están exentos de manías neuróticas (innecesarias para cazar gusanos) y no lloran por la muerte de sus compatriotas de vuelo; pero nunca podremos decir que son libres. Porque no pueden decidir su futuro, porque no pueden dejar de volar a voluntad, porque están programados para sobrevivir sin sentir, porque no atesoran emociones, porque el destino les es indiferente.

Y todo el mundo sabía, que ella era un pájaro.

Había nacido, como todos, preparada para dictaminar su proceder. Pero la vida la había permutado, la había transformado en un ser insensible, inalterable. Con la mirada perdida, pasaba los días mirando el fuego, o el techo de la habitación donde tiempo atrás sus padres habían llorado tantas mañanas intentando que reaccionara y se colgara del frágil hilo que la ataba a la vida. Ella nunca los miró. Hasta una vez, la primera navidad, su padre la había agarrado del brazo con fuerza y la había empezado a golpear, llorando, gritando, suplicando. Pero nada, ni los profundos lamentos de sus seres queridos, lograron quebrantar la barrera que dividía su mundo con el del resto de humanos.

Ella solo quería irse, y esa gente no le dejaba. Ella no estaba loca, tan solo había olvidado quién era, y qué hacía allí. Por eso, decidió hibernar hasta que fuese necesario, hasta que descubriera qué era aquello tan importante que llenaba los corazones de sus semejantes de unas atroces ganas de vivir llevándoles así hasta el punto de temer la muerte como su peor enemiga.

Entonces, una tarde de febrero como cualquier otra, cerró sus pequeños ojos verdes, respiró hondo, y se sumergió en el mar de los sueños, donde nadie te juzga, donde solo tú tienes el poder para establecer el código moral que rija la vida y las experiencias para declarar qué está bien y qué está mal.

Todo el mundo decía que allí había acabado la carrera de la que podría haber llegado a ser una gran persona. Una desgracia enloquecer de ésa manera a tan temprana juventud, se lamentaron sus compañeros y vecinos. Los que se consideraban más inteligentes, dieron consejos y palmaditas a su desesperada familia, mientras a sus espaldas asentían con la cabeza haberlo predecido. Su hermano, víctima y espectador desconcertado, prefirió dejar de sufrir, y empezó una nueva vida como hijo único.

Y sólo tres extraños, guardaron en su memoria el recuerdo de aquella misteriosa chica: una abuela solitaria, un atractivo saxofonista y un peculiar compañero de clase. Todos ellos mariposas libres, al margen de las convenciones sociales, quienes aún sin conocerse ya habían entrelazado sus vidas de una manera tan firme, que poco tiempo les quedaba para mantener la potestad de juicio sobre sus curiosas existencias.

Muy pronto, el despertar de aquella soñadora, se convertiría en una ola que arrasaría, no solo con el pensamiento de sus tres fotógrafos de momentos, sino con todo aquél que osara cruzarse en su dichoso camino. Porqué cuándo ella decidió salir en busca de la felicidad, el mundo entero la siguió anhelando encontrar la solución a todos sus problemas: la respuesta de Kejana.

dimarts, 30 d’agost del 2011

Day 1.

Aquí, tumbada en la cama de ésta habitación pensaba. Pensaba por pensar. Hoy es un día gris, de aquellos grises pero alegres. El nino esta a la guardería - y éstos teclados alemanes no tienen ene. Pensaba en él.
Es tan pequeno (apenas un anito), pero tan y tan feliz ! Ríe y corre sin rumbo por la gran extensión de habitaciones de ésta pequena mansión ária. Se para, te mira con carita de sorpresa, sonríe emitiendo a la vez un ligero "ah!", y vuelve a su tarea, arrasando por el parquet de delicada madera suiza. Arrastra con él una pisarrita con estrellitas y lindas lunas, la principal función de la cual ha devenido limpiar el corredor de obstáculos que le impidan avanzar hasta su preciada cama con girasoles.

Me pregunto "porqué es tan feliz". Qué le permite estar lleno de felicidad. Sí, es cierto, a veces llora, y se enfada, y nadie duerme, y los vecinos de quejan (porque aquí todo el mundo se tiene que quejar por algo, porqué aquí nadie es plenamente feliz), excepto él.

Quizás sea la curiosidad, o ésta ansia de vida, de explorar, de descubrir. Quizás sea la capacidad de sorprenderse, la misma que ha permitido la existencia de grandes filósofos, todos ellos aparentemente felices también. Quizás sea que su pequena cabezita todavía ignora las crueldades de éste mundo, y limita su espacio a la bella vida que comparte con sus seres más queridos. O quizás sea que ni siquiera puede todavía preguntarse nada que le conlleve inquietud, angustia o sufrimiento.
Porque és un crío, y ya está bién que pueda disfrutar de éste sorbito de felicidad aunque sólo sea por poquito tiempo.
Porqué cuando él es feliz, yo también soy estúpidamente feliz.

Y entonces me pregunto cómo se puede llegar a querer tanto a alguien sin danar al corazón.


( Use Somebody - Pixie Lott Version : http://www.youtube.com/watch?v=y5o8L-Or0O4&feature=related )

dijous, 27 de gener del 2011

2

Era un pisito pequeño, pero acogedor. A lo lejos, se oía la lluvia retumbando sobre el frágil cristal de la cocina. El viento azotaba las persianas de un comedor rústico, su estilo. Era un espacio agradable, con un sofá cama que se adueñaba del centro de la estancia, y sólo dejaba espacio para un antiguo televisor y una mesa de madera desconchada adornada únicamente con una lámpara afligida y cabizbaja.

Me preguntó si quería darme una ducha con agua caliente, hasta el momento no había reparado en que íbamos empapados de pies a cabeza. Asentí tímidamente.
Me dio ropa para cambiarme y me acompañó hacia el baño para indicarme donde se hallaban las toallas y el jabón, seguidamente, cerró la puerta y se fue.

El agua estaba templada, y lentamente mi cuerpo volvió en sí. Me quité las manchas de sangre y barro sin esfuerzo, sin embargo me costaron un sinfín de tirones extraer cada maldito pedacito de neumático de mi malicioso pelo, que no estaba dispuesto a desenmarañarse tan fácilmente.
Me vestí con calma, aquella ducha había sosegado mi mente, respiraba tranquila. Además, el saber de su presencia a la habitación del lado aliviaba mis inquietudes y me hacía permanecer serena.

Sentada en el sofá con su gigantesco suéter rojizo cubriendo mi insignificante figura (todavía más desmejorada después de aquellos días) y una taza de chocolate caliente en mis manos, todo me pareció muy distante, como si le hubiera ocurrido a cualquier sujeto desconocido de mi ínfima orbe, en un lugar remoto hace ya miles de años.

Me habían desposeído de trizas de mi alma, rompiendo a añicos todos mis sueños y despedezando en millones de miles de fragmentos el cristal de mi mundo.

Mas, ahora, sólo le tenía a él.
Un total extraño, que se había cruzado en mi camino en un instante abrumador, y parecía dispuesto a guiarme para seguir viviendo.
A él le debía todo lo que tenía en aquél momento: un suéter rojizo y una taza de chocolate caliente.

diumenge, 23 de gener del 2011

1

Era como volver a nacer, como el fénix que renace de sus cenizas, o la mariposa que florece des de la oscuridad de su húmedo hogar. Era como volver a respirar, volver a ver y volver a escuchar.

Salió despacio del edificio, primero el pie izquierdo, dudoso, luego el derecho ya más firme. Y empezó a andar, sin dirección, hacia el Sol, hacia la luz, que durante tanto tiempo había anhelado.

Caminó horas y horas, escuchando la gente, oliendo cada flor, sorprendiéndose con la inocencia de cada niño, viviendo cada momento.

Hasta que llegó al mar.

Era infinito, inmenso, más grande incluso que el propio horizonte. El agua, reflejaba un cielo azul limpio, con serenidad.

Bajó y se sentó en la arena. Impenetrable, dibujó el nombre de su pasado en la orilla y dejó que se lo llevaran las olas. Las mismas olas que se llevaron sus lágrimas al fondo del mar, el lugar más profundo de la naturaleza, y el que esconde más secretos.

Miles de corazones le confían cada segundo su dolor y su alegría, y él les aguarda silencioso y paciente, como aquél sabio que sabe quién eres antes de conocerte, y que te da todo a cambio de nada, porqué así lo prefiere, porqué él sabe, y tú no.

Y el Sol se fue, y ni siquiera la magnitud de la gran estrella podía compararse a la del mar.

Ella sonrió, nunca antes se había percatado de lo que llegaba a tener. Ahora no necesitaba a nadie, se tenía a ella, y tenía el Sol y el mar.

Porqué lo peor que te puede pasar en la vida es que llegue un día en que no te quede nada por lo que luchar.

Porqué los sabios entienden la naturaleza, y la naturaleza te lo da todo, y los sabios también.

Y ella había aprendido que ella sí tenía por lo que luchar: ella misma.

diumenge, 16 de gener del 2011

SWEET CHILD O'MINE

Sweet Child o' Mine is the third single by American hard rock band Guns N' Roses, and the third from their 1987 debut studio album, Appetite for Destruction.
Released on August 18, 1988, the song topped the Billboard Hot 100 chart, becoming the band's first and only number-one single in the USA.

"The thing about 'Sweet Child o mine,' it was written in five minutes. It was one of those songs, only three chords. You know that guitar lick Slash does at the beginning? It was kinda like a joke because we thought, 'What is this song? It's gonna be nothing, it'll be filler on the record.' And except that vocal-wise, it's very sweet and sincere, Slash was just messing around when he first wrote that lick."
Duff McKagan


http://www.youtube.com/watch?v=1w7OgIMMRc4&ob=av3nl

dissabte, 15 de gener del 2011

Children see, children do.

Publicitat engañosa, missatges subliminals, anuncis sexistes... Tots hem sentit a parlar milers de vegades sobre el rerefons turbulent que arrosseguen les grans companyies encarregades de la producció i divulgació d'anuncis com a reclam per als consumidors.

Cada dia ens aborden amb milers d'anuncis, la majoria dels quals ni n'advertim la presència. Pretenen dirigir-nos, que seguim el grup, que decidim el que ells volen. Intenten predisposar-nos a que aspirem al que els interessa: el seu producte.

I, com afecta això als infants? Està clar que cada nen/a reacciona de forma diferent. Des del que vol tot el que veu, al que només creu el que diu la televisió fins al que prefereix parar-la i sortir a jugar.

Però si una cosa és òbvia, és que els mitjans de comunicació i, en especial, la publicitat, influeixen en els infants. Només cal mirar la quantitat d'anuncis masclistes que s'emeten cada campanya de nadal: nines per nenes, cotxes per nens... Amb aquest detall i milers més que el segueixen arribem a una pregunta bastant freqüent entre molts pares:

La televisió és una bona eina? La televisió, com tot, és una bona eina si s'usa amb sentit crític i control. Si se sap utilitzar de la forma correcta, aprofitar-ne el que val, i evitar el que no sigui necessari.

No prohibim, moralitzem.

divendres, 14 de gener del 2011

"Él desea que la paz llegue algún día."

14 de enero de 2011.

Jordi Ébole remueve en el problemático programa de "Salvados" un tema en el punto de mira y, a la vez, silenciado por las voces de la culpabilidad occidental que intentan eludir cualquier relación de sus paises con los conflictos de "los de ahí abajo": el enfrentamiento judío-palestino.

Con una secuencia de entrevistas comprometidas y muy osadas, el periodista descubre a los dos mundos, tan manipulados por los medios de comunicación y los personajes políticos, y nos revela un problema mucho más profundo que afecta dos culturas, con dos religiones y dos estilos de vida totalmente opuestos y con pocas esperanzar de alcanzar el mayor deseo de su pueblo: la paz.

Islamistas radicales, judíos ortodoxos, psicólogos, activistas, militares, civiles... Cada uno de ellos nos da su opinión y nos cuenta su situación, porque cada uno de ellos está implicado, aunque lo aborrezca.

Niños víctimas de las injusticias de un mundo hipócrita y egoista, pueblos enteros llorando la pérdida de sus seres queridos, silenciados bajo la presión de los gobiernos, asustados corriendo para escapar de la mirada fatal. Historias duras y crueles, que día a día vemos en televisión, pero no le damos importancia.
Porqué, ¿para qué?
¿Acaso tenemos la culpa?
¿Acaso no es éste su problema?
¿Acaso tenemos que cargar con los problemas de los demás?

"Si le das papel y lápiz a un niño palestino, y le pides que te dibuje algo. Lo trsite es que, ¿sabes lo que te dibuja? Dibuja un soldado, un tanque, una pistola... Porque así han crecido. Esto es lo que han visto. Y es muy triste, pero, de hecho, ésta es la situación."
Abu Hassan, Activista Palestino

Pero, ¿Realmente no nos afecta?
Quizá, ¿tan solo seamos más cobardes todavía que aquel que necesita que le aplaudan para sentirse bien?
¿Quizá solo busquemos evitar responsabilidades? ¿No fueron los que ahora envían misiones de paz los que iniciaron éste macabro juego?
Y, ¿Quizá no somos nosotros más culpables todavía por no sentirnos mal? ¿Por pensar que ya sufrimos demasiado? ¡ Cuando tenemos cuánto queremos !

¿Qué sentirian ustedes si sus hijos estuvieran cada día bajo la mirada de un atento francotirador? ¿Si sus hermanos hubieran muerto víctimas innocentes de una guerra en la que tal vez ni se sentían identificados?
¿Si sus familias carecieran de libertad?














¿ES ÉSTE EL MUNDO QUE QUEREMOS?



Para ver el programa:
http://www.lasexta.com/sextatv/salvados